Alejandro Guerschberg




Lo cargó en su regazo
Cerro sus ojos
Ignorando el entorno
Del que éramos parte.

Tocando cada punto,
Logró extraerlo todo,
Lo máximo del otro.

No eran dos,
No eran uno.
Abierto o encogido,
Acompaña la entrega,
La absoluta entrega del todo
Y emerge mágico el sonido
Sea el sublime Adios Nonino
Sea tango, malambo o chacarera

Alejandro lo acuna,
También suavemente lo golpea
Lo roza o aprieta con sus yemas,
Y el bandoneón no gime,
El bandoneón celebra.

Roxana Bogacz

Comentarios

Entradas populares de este blog

De besos

¿Cuando?

Herida