Entradas

Mostrando entradas de enero, 2022

La vecina

  Créame que tuve que hacer un esfuerzo, para recordar cuándo y dónde ví a Diana por primera vez. Conocía a varios integrantes de su familia desde hacía muchos años. Allá, a fines del siglo XX me desempeñaba como recaudadora de donaciones, a domicilio, para una importante institución. Fué en una de mis zonas de trabajo, a pasos del obelisco. La primera vez que anduve por allí, mi poco sentido comercial me impedía comprender por y para qué se agrupaban tantos negocios con el mismo rubro en tan pocas cuadras. Volviendo al tema de Diana, la conocí en una de esas joyerías de la calle Libertad. Dentro del local parecía un personaje secundario. El principal era el  padre y fundador del negocio. Luego estaban ellas, las hijas, Marga y Diana,la primera, refinada, culta, parecía mirar a su padre con veneración y nuestra protagonista, más desprolija, limpia, con ropa bien combinada, pero sí, más desprolija, "la divorciada", con su pelo rojo, corte garçon , opaco a fuerza de tantas tint

Encuentro (MG)

Imagen
  Cada uno registrando camino al encuentro las canas, las arrugas el cuerpo de borrada cintura. Es un buen ejercicio nos vuelve piadosos al observar al otro. Veinte años después en el mismo café sentados en diagonal para aumentar la distancia que fuimos a acortar. Velados por barbijos, los ojos ríen, mienten, hablan casi un juego de naipes donde muestro y no muestro diferenciar el ahora de aquel pasado nuestro. Disfrutar, compartir despedirse y seguir.  Roxana Bogacz #PoemasRoxanaBogacz

Epígrafe de Santiago Venturini

Imagen
  ME ASUSTA ABRIR A VECES UNOS OJOS EN BLANCO ALGUNAS NOCHES ACOSTADO BAJO EL DIBUJO QUE LAS LUCES HACEN SOBRE EL TECHO Santiago Venturini Poco quedaba de la estelar vida de Stella, no por la edad, esto es lo que ella creyó que pasaría al cumplir los sesenta y cinco, pero fue otra cosa, algo absolutamente inesperado, que se cruzó en su camino y en el de casi todos los seres vivos del planeta. Stella, dejó el cine, el teatro, los viajes, la milonga, las charlas de café con grupos de gente amiga, cómo en "Casa tomada"  poco a poco fue cediendo espacios hasta quedar ella misma ajena a sus hábitos más sociales. Una de las pocas actividades que aún podía disfrutar eran las caminatas en las cuales además de despejarse tomaba fotografías. No era que saliera sin un destino, solo por andar, con el calor reinante no se le daba andar espontáneamente, pero cuando tenía que hacer alguna diligencia, cómo una visita médica, o retirar alguna compra online etc, inventaba un nuevo recorrido de
 LAS PUERTAS VERDES MÁGICAS. ( Cuento) Aún hoy, después de sesenta y dos años recuerdo aquel glorioso día en que atravesé ese par de puertas de brillante chapa verde intenso. El edificio me resultaba familiar, sobre el lado izquierdo la construcción, sobre el derecho el pasto bien cuidado y oliendo a recién cortado, fresco y en el centro un patio pasillo de piso damero negro y gris. Había estado allí acompañando a mis hermanos mayores en actos escolares, cumpleaños, pero ese día, ese día yo me convertí en alumna por primera vez. Vestía un guardapolvo con tres tablas en el frente, medias tres cuarto y vincha de stretch todo blanco y zapatos Guillermina de cuero marrón, abrochado con un botón que me encantaba, todo impecable. Recién estrenado. La vincha resaltaba mi carita redonda y me hacía ver más polaquita aún de lo que ya era. Esa cinta tenía vida propia, durante las tardes se iba deslizando hasta caerse en cualquier parte y cada día, antes de salir de casa, desaparecía justo a la ho
 LAS PUERTAS VERDES MÁGICAS. ( Cuento) Aún hoy, después de sesenta y dos años recuerdo aquel glorioso día en que atravesé ese par de puertas de brillante chapa verde intenso. El edificio me resultaba familiar, sobre el lado izquierdo la construcción, sobre el derecho el pasto bien cuidado y oliendo a recién cortado, fresco y en el centro un patio pasillo de piso damero negro y gris. Había estado allí acompañando a mis hermanos mayores en actos escolares, cumpleaños, pero ese día, ese día yo me convertí en alumna por primera vez. Vestía un guardapolvo con tres tablas en el frente, medias tres cuarto y vincha de stretch todo blanco y zapatos Guillermina de cuero marrón, abrochado con un botón que me encantaba, todo impecable. Recién estrenado. La vincha resaltaba mi carita redonda y me hacía ver más polaquita aún de lo que ya era. Esa cinta tenía vida propia, durante las tardes se iba deslizando hasta caerse en cualquier parte y cada día, antes de salir de casa, desaparecía justo a la ho

Poema 5/10/2016

 El día está gris los contornos se desdibujan por la neblina. Contrariamente a otros momentos lo nublado no me provoca tristeza. La vida me demuestra  cada día que soy afortunada de haber llegado hasta aquí viva. Recuerdo la bendición hebrea:  Bendito sea tu Adonai  que nos diste vida, nos sostuviste y nos permitiste llegar a este momento. Amén