Teatro y lluvia

#PoemasRoxanaBogacz

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Hoy el día fue muy tormentoso, algunas calles estan bastante anegadas.

Ciertos barrios del gran Buenos Aires están sin luz.

La verdad que da mas ganas de quedarse en casa, sin salir.

Es el día del estreno con público. Ya pasamos la presentación para la prensa, los colegas y la crítica nos fue favorable, pero la última palabra siempre la tiene  el espectador.

Fuimos lllegando sin ningún orden ni categoría. Actores, iluminadores, maquilladores y tramoyistas. 

En los rostros se notaba la tensión de las primeras funciones y la preocupación por el clima.

Se habían vendido un número interesante de entradas anticipadas, pero faltaban las  de cartelera y las de último momento.

De esas no se tenia mucha idea.

Yo Paulina, tampoco quería saberlo.

Prefería salir asi sin saber, toda mi pasión y toda mi energía puesta en escena hayan veinte o sala llena.

Fuimos preparándonos cada uno en su camarín, cuando nos dimos cuenta que se aproximaba la hora y la pequeña Lucila no había llegado.

Lucila era muy talentosa y tanto ella como su familia muy responsables.

El problema pasódel clima, desapareció ante la posibilidad de que Lucila no asistiera.

El director nos informa que esta enferma, que tiene varias llamadas perdidas y mensajes de watsap que no había visto .

En general, y sobre todo en el trabajo con niños hay algún otro preparado pero no era este el caso.

De alguna manera teníamos que solucionarlo. La función comenzaría en poco mas de una hora.

Los nervios aumentaban.

Cuando Ernesto dijo creo que tengo la solución.

Ernesto llamó a Malena, le explicó lo que estaba sucediendo y si, si. Y no pero bueno.

En diez minutos llegó Malena con Juaco que tiene dos años mas que su hermana Lucy, se vistió con la ropa de la pequeña actriz y salió a escena cubriendo la situación, sabiendo cada paso y cada palabra del libreto tantas veces ensayado por su hermana.

Los aplausos no tardaron en llegar.

La obra salió perfecta. El público aplaudió entusiasta.

Desde adentro de la sala no se escucharon los truenos, ni los bocinazos por los semáforos descompuestos.

Durante varios días Juaco reemplazó a Lucila, con gran profesionalismo, hasta que ella se repuso.

La obra atrajo mas y mas espectadores.

Los nuevos programas incluían los nombres de ambos hermanos.

Fue el estreno con mas sobresaltos que tuve en mi vida

Ya pasaron muchos años. Lucila es guionista, dejó la actuación, Juaco es actor director y profesor de teatro.

Cada tanto vienen a visitarme a La Casa del Teatro donde resido. Me traen la la torta de ricota, que comíamos en los camarines, comprada en  la panadería de la avenida Corrientes.

La familia que representamos en aquella obra sigue unida aun hoy.

Ellos ya son grandes y yo una vieja, pero creo que aquel estreno nos unió para siempre.

El teatro tiene esa energía del aqui y el ahora, cada función es única, se puede repetir la letra hasta el hartazgo pero nadie puede prever que un taco se rompa, que algo se salga de guión, que la ciudad se inunde, tantas cosas se entrelazan en la repetida escena haciendola única, especial, irrepetible.

Con cariño lo dedico a mis amigos actores 

Richard Cravello y Ezequiel Leonard y a Daniel Gerchkovich crítico teatral.