Libertad

 Cuento tema : Libertad para un taller


Libertad

Cuando todo comenzo a acomodarse, ¡como si esto fuera posible!,

 ¡la normalidad es irrecuperable!

 Como dije,  cuando dejó de llorar de noche y de mearse en la cama,  recuperando algo de brillo en la mirada y el pelo, la vida de la ingenua y dulce  María da un nuevo giro, no uno armonioso, sino cómo los que da la roca caída por el barranco, con pozos alternados con  afiladas salientes. ¡Horrible!.

 Corrijo, discúlpenme,  María ya no es, ni cándida ni dulce, todo eso fue arrancado,  robado prematuramente.

Al ver la noticia, en ese marzo de comienzo de pandemia,  los presos amotinados, sobre los techos del penal, supo que el refugio que había logrado en su casa se convertiría, de un momento a otro en el lugar más peligroso.

Su padrastro sería liberado.

Ella no lo denunció, hace cuatro años,   Carmina, Isabel y Julito si declararon,  a María la superó el miedo, vivir en la misma casa, el temor por su mamá, esa mujer que en este momento, abre el sobre con la notificación, y no esboza ningún sentimiento. Robóticamente comienza a ordenar y limpiar para cuando su hombre llegue. El aullido de María,  desgarrado y desgarrador, interminable,  la deja con la garganta ardiendo y sin voz.

Va a la cocina toma la pimienta y la cuchilla y las esconde entre las cobijas de su cama.

Está convencida, ir presa es mucho más liviano que estar en libertad,  en una pesadilla constante.

Roxana

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