Mundial día IV

 Gracias por esta consigna, me emociona mucho.

Aclaro algunos libros están en la biblioteca de mi memoria:

1- INTENTOS DE SACARLE ALGO A LA VIDA. EL DIARIO DE HENDRIK GROEN DE 83 AÑOS Y UN CUARTO. Relato sobre un grupo de ancianos que revolucionan la vida en un geriátrico holandés. Humor, lucidez, experimentos de felicidad. Un buen proyecto de vejez. ( Por la historia)

2- DONDE EL CORAZÓN TE LLEVE.  SUSSANA TAMARO. Uno de mis libros preferidos. Hablar, liberar, amar desinteresadamente. ( Por el personaje de la abuela)

3- TANAJ o BIBLIA HEBREA, Llegó a mi vida en una época felíz, cuando toda  la familia vivía en la misma casa, los hijos eran pequeños y nosotros un matrimonio jóven. Vengo de una familia laica pero este libro es el hilo conductor de mi pueblo.

4- EL CAMINO DEL ARTISTA. JULIA CAMERÓN. Me lo recomendó un profesor. Firmamos un grupo de dice integrantes en doce encuentros. Sólo bellísimos recuerdos y algunos amigos quedaron de ese taller.

5- AMOR DE ALAS. SYRIA POLETTI, RAUL SOLDI. A desarrollar

Aún  recuerdo ese día en que llegué, por sorpresa al enorme restaurante de la calle Perón, ese que se accedía por una escalera hacia abajo, un gran  sótano,  con buena comida a precio accesible. 

Te ví antes de bajar, compenetrado en ese libro, que yo te había regalado:" Amor de Alas".

Estabas tan concentrado, cómo quien intenta descifrar un mensaje oculto o un algoritmo.

Me acerqué, te saludé a vos y a algunos otros conocidos del lugar, pero seguí de largo y me ubiqué en otro sector, nuestra relación no era para mostrarse abiertamente.

¡Algunas veces almorzamos juntos ahí y hasta me besaste delante de todos, cómo si nadie te conociera! O quizás precisamente por eso, mostraba a la otra.

El pobre marido maltratado por su esposa ahora devenida en millonaria por una herencia.

Creo que no te merecías ese libro angelado, poético. Hoy teniendo en mis manos otro ejemplar idéntico, me reconozco en tantas líneas que subrayo y subrayo, dejando poco en blanco.

Pasaron más de veinte años, con el rodar de los soles todo cambia.

Yo era como ese ángel unialado buscando su otra mitad para alzar el vuelo, juntos, pero aquí leo que " los ángeles son alegres  felices" y yo vivía muy triste.

"Los angeles no tienen padres" si por padres se entiende a aquellos que ya vivieron y te pueden ayudar a transitar la propia vida,  ese tipo de padres yo no los tenía, estaban aún más tristes que yo y me compadecían, hasta que te conocí, todo lo azul me evocaba el azul de tus ojos, los momentos compartidos era estar suspendida en el aire, cuál ángel, ningún tiempo compartido era suficiente.

Te amaba, eras el mejor. 

¡Cuánta confusión y desatino puede provocar la soledad no elegida, ¡desesperación!

Sola, tres hijos y vos qué me escuchabas, me aconsejabas envolviéndome en el mar de tus ojos.  El cielo, el agua, todo el azul, el turquesa, el añil todo eso eras vos

Pero no te separaste. Me fui convirtiendo en un partido de tenis, si hay sol se juega. Si llueve, no hay como justificarlo.

Y así esos mágicos encuentros me dañaban cada día más y mas hasta la estocada final en qué me enfermé y no era lícito que me visites.

Decías desesperarte por venir a verme.

Acá estoy, con el libro en mi regazo, demasiado hermoso para alguien que no tuvo valor de jugarse por amor.

Aquí con su tapa adornada por un ángel, puro, dibujado por Soldi, ironía de la vida, entregado a alguien tramposo, que engañó a dos mujeres sin jugarse por ninguna. 

Pero solo fue esperar, cómo dice el cuento, las heridas fueron sanando, todas, la de la viudez, la del cáncer, la de tu desamor, y ya no es necesario seguir buscando otro ser roto al medio para completar un todo, ya no.

Me siento bien, completa, valiosa y solo acepto en mi vida personas nobles, luchadoras, confiables.

Hoy también  levanto vuelo, mágicamente suspendida , lejos de la realidad, mis alas son las letras, el arte. Cobijo mi sensibilidad, siempre a flor de piel, agradezco cada día estar viva y que mi familia esté sana. 

Crecí y sigo creciendo, recorro el mundo, sin moverme de mi casa. Los libros me conmueven cada vez más. 

Y creo, confío, eso sigue inalterable, como el ángel Doriel, quizás no tengo las respuestas si es que las hay. 

Sé que ninguna otra cosa podría haber pasado, y nada cambiaría de lo vivido.

Que lindo reencontrarme con este hermoso ejemplar desde otro lugar.