Mundial II

 Parte I

Hace unos días recibí una carta, el remitente: Dr Eduardo Enrique Somsolo.

 En el primer momento me costó relacionarlo con el Quique, que se fue temprano, a Europa, a doctorarse. Emigró dejando a mi amiga Justina, su madre, sumida en un estado de orgullo y de tristeza eterna. Yo no la conocía entonces.

El sobre de papel entelado, lujoso y redactado a máquina, no dejó de sorprenderme. 

A casa solo llegan sobres con facturas y en diciembre, tarjetas para las fiestas. Mi corazón se desbocó, mientras rompía el papel, ¿qué le pasó a Justina pensé?


Estimado Héctor:

Quiero comentarle que hemos decidido en familia, que mi madre se quede a vivir con nosotros, está muy grande para que siga sola, aunque usted la visite de tarde en tarde, no nos da tranquilidad.

Quisiera pedirle, por favor, si puede contratar a alguien que vacíe el departamento, para entregarlo lo antes posible, al dueño, el del quinto B.

Solo le pido, si puede retener en su casa las fotografías hasta que yo,  o alguien pueda viajar  y ……


PD: puede disponer de todo a su criterio. Muchísimas gracias, ella no escribe porque está un poco desorientada.


Parte II


¿Cómo podría delegar en otro esta tarea, esta despedida? 

¿Puede ser que no la vuelva a ver? ¡Mi Justina, mi amor otoñal!

Compruebo nuevamente que  el llavero sea el correcto,  me cuesta abrir la puerta, sé que cuando cierre por última vez y entregue este manojo adornado justamente por una llave,  ésta de plástico fluorescente, mi vida quizás se derrumbe para siempre

 El encargado Marcelo se ofreció a ayudarme, trajo varias cajas limpias, en una puse los zapatos, entre ellos los de taquito que mi Justina lucía en la milonga, pero los dejé aparte, me los voy a llevar.


"Está un poco desorientada"


En otra caja fui poniendo la ropa, un frío corrió por mi espalda al tocar su ropa interior, me pareció sentir aún su aroma. 

Ya no pude seguir, tiré todo en la caja intentando no mirar, junto con las carteras y algunos collares.

 Marcelo se apuró a retirarla no sé si para que no me arrepienta o para que no me haga daño. Las donará a la iglesia. 


"Está un poco desorientada"


En la caja más chica puse las fotos, ya tendré tiempo de revisarlas. 

Una a una, saqué con mucho cuidado las macetas, estas que en este tiempo estuve regando, con amor, para mostrarte a tu regreso que supe cuidarlas,  se irán a casa  conmigo, ellas también te extrañan.

La piernas me tiemblan, tengo los ojos ardidos de tanto llorar, cuando nadie me ve.

Junto con la casa se cierran nuestras charlas, nuestras siestas, guardo con cariño, en mi bolso, el mate, el termo, la bombilla, intento llevarme en ellos tus besos.


"Está un poco desorientada"


En el comedor los vinilos me hablan de vos. Creo que nunca volveré a escuchar nuestros temas. Sólo no podria.

¿Se conseguirán allá? ¿Qué vas a hacer sin Mercedes Sosa, León Gieco, Victor Heredia?

¿Sin Piazzola ni Goyeneche?


"Está un poco desorientada"


Me rindo, pido que me ayuden a retirar lo poco que separé, le digo al encargado que se quede con lo que le resulte útil y el resto que lo done, siempre hay algún necesitado.

Al pasar por el baño me llevo los dos perfumes, tu peine y tu toallón preferido.

¿Habrá forma de envasar los recuerdos? ¿Alguna forma de inventariar las emociones?


"Está un poco desorientada", ¿ yo?

Yo  quebrado

Comentarios

Entradas populares de este blog

De besos

¿Cuando?

Herida