Espejo derretido

 Se derrite el espejo

las gotas caen,

cada una a su ritmo.

Caireles que reflejan

tiempos entremezclados

embarazos, graduaciones

el guardapolvo blanco.

Bajan, rebosan el borde,

salieron por el vértice

y formaron un charco

de luminosa, oscura sombra.

Desde lo más profundo

del engañoso marco

un eco que pregunta:

¿Cómo estás, hoy?

¿Estás hoy?

¿Está soy?

Repetido y desigual.


Intento responderle

juntando entre mis manos

el líquido plateado,

mercurio inasible

testigo del pasado.


Espejo diluído

que ya nada recuerda

y una sombra aferrada

a mis pasos, eterna.


Roxana Bogacz


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