Almas en suspenso

 

         Almas en suspenso Atardece, es viernes, los hombres celebran haber concluido su tarea. Larga fue la semana y a esta hora se festeja más allá de haber alcanzado o no las metas propuestas. Para algunos es el momento de volver a sus hogares, para otros a la juerga. Luego de permanecer cinco días en altamar, nada saben ni de sus familias ni de su pueblo. Beben y mucho. Están acercándose a la costa cuando una sombra los sobrevuela yendo y viniendo. Tres enormes esferas, surcadas meridionalmente flotan ingrávidas sobre ellos, con un brillo intenso nunca visto, dejan una estela de aire tan tan puro que no se mezcla con el resto de la atmósfera. Allá, a lo lejos comienzan a verse señales luminosas advirtiendo peligro y algunas naves similares a la nuestra, parece que se acercan a rescatarlos. El festejo se transforma en angustia, el rescate es en realidad advertencia, no quieren que regresen. Antonio y Manuel se abrazan desconsolados, Carmelo empuña un arma y apunta a las esferas, Pietro lo intercepta y tira el trabuco a la cabina, el arma se dispara, no hay heridos. ¿Por qué será que todo lo desconocido genera miedo? Me pregunto. Los esferoides detienen su curso, al parecer sienten cierta confianza. La respiración no reconoce la pureza del aire, ni percibe el olor a sal. De momento, todo queda detenido, inclusive el oleaje y las nubes, el sol no hace su recorrido. Ahora sólo quedan dos esferas. Liba, ya tomó su decisión y se desintegró, junto con Grosxo y Tringo son seres que fueron escogidos para transcurrir fuera de la vida y de la muerte, su misión es evaluar qué sistema galáctico sobrevivirá, eso sólo yo lo sé Pobres almas intergalácticas castigadas a seguir andando primero con la responsabilidad de ser como un Dios que decide quien vive y quién muere, para luego desintegrarse. Roxana Bogacz Pintura de René Magritte #PoemasRoxanaBogacz



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