A mi mamá


Hoy estuve en tu casa,

no quería volver,

quería recordarla como entonces

compartiendo tejidos y bordados.

Pero tuve que hacerlo,

las cortinas aún colgadas

clavitos en lugar de cuadros

el piano, que no era tuyo, pero que aceptaste guardar, durante tu estancia en ese hermoso departamento con vista al río.

Casa simple, sin mucho de nada, pero con todo lo necesario.

No pudiste cocinar en este último hogar, no entrábamos todos para reunirnos y luego los años te quitaron la energía para hacer las compras, preparar, lavar

Fui feliz con vos ahí y fue muy duro dejarte partir.

Me llevé tus cuadernos de cuentos, el mantel que bordaste, tu costurero, las ollas mágicas a ver si me sale algo tan rico como lo que nos cocinabas.

Quise ser guardiana de esos tesoros.

No salí a vos pero admiré siempre tu buena disposición para reunirnos sin una queja, disfrutando.

Te extraño.

Hasta compre tu perfume para tenerte conmigo.

Por suerte ya no me aparecen las imágenes dolorosas de los últimos días pero quisiera tenerte un ratito mas, un largo rato mas para ser sincera

Comentarios

  1. Justificadamente triste y a la vez esperanzador. Cuanta responsabilidad ser guardianes de los tesoros (materiales o no), de fabulosos seres que partieron. Es una carga y también un honor.
    Algún día las generaciones de guardianes se acabarán o la misma humanidad desaparecerá, pero estoy seguro de que, El Universo continuará con la labor. No puede permitirse perder algo tan valioso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Me gustaría saber si me lees

Entradas populares de este blog

De besos

¿Cuando?

Herida