El mate de leche
Aquellos días los recuerdo como una de las mejores vacaciones de mi infancia. Dos primas nos quedamos un fin de semana en la casa de mi abuela Sara. Dormimos en una sola camita con una almohada en la cabecera y otra en los pies. Todo lo que mi abuela hacía era con tanto amor que ninguna estadía en algún hotel de lujo dejó un recuerdo tan nítido. Sabanas bien blancas, almohadas de plumas. En cada escalón de la escalera que iba del patio a la azotea, lo adornaba una maceta.
La fruta repartida en trozos entre todos, el mate de leche con azúcar. Mi abuela usaba medias de seda, esmalte rosa nacarado, tinte azul en su cabello canoso. Mucho pedimos que nos pintara las uñas pero nos respondió que cuando creciéramos. Comprendí rápidamente que tenía que esperar a que me compren un corpiño y que me "crecieran" los elásticos para sostener las medias de seda.
La aventura literaria
#poemasRoxanaBogacz
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