del diario a la ficción 2
Lunes 11 de noviembre, 2024
Mí madre vino a visitarme en sueños.
La vi avanzar desde el portón de entrada del salón, pasar sin mirar frente a la barra de tragos
venir hacia mí.
Siguió el recorrido entre las mesas de pool, con sus luces bajas, enfocadas en el paño verde y el mostrador de juegos de mesa a mí derecha.
No me alegró verla, de hecho, me espantó. Ya hace un rato que desperté y mí corazón sigue latiendo algo acelerado.
Mí madre vino a visitarme en sueños, muerta.
Se movía, cómo dije, por el salón, rígida, sin expresión, una estatua marmórea y etérea a la vez.
Mi madre vino a notificar una muerte, lo sé, alguien cercano va a morir.
No puedo saber quién.
Cuando llegó hasta mí, no tenía voz, algo recurrente en mis pesadillas. Un tapón a mí natural verborragia. No pude preguntarle, ella tampoco habló.
No me abrazó, ni me acarició, cómo nunca, cómo siempre.
No quedaron besos ni caricias sin dar, ni antes ni ahora, porque nunca los hubo, creo que lo más cariñoso que me dijo alguna vez fue” Nunca cambies” que siendo jueves puede ser bueno y siendo martes puede ser malo “ No crezcas, no evoluciones”. Hoy igualmente es lunes.
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